Opinión

Mirando a los ojos

por Rodolfo Manino Iriart

Caminar por las calles de la ciudad mirando a los ojos a los vecinos es la mayor satisfacción que puedo tener, no sólo por ser un legislador que representa a la sección, sino, porque después de haber atravesado la responsabilidad de llevar adelante la seguridad del distrito veo en cada saludo y en cada abrazo un reconocimiento a la tarea que junto a mi equipo llevamos adelante el año pasado.

Me impulsa a escribir después de varios meses éstas líneas, la reciente encuesta de la prestigiosa Universidad FASTA, publicada por el diario La Capital, en la que se destaca la preocupación por los hechos de inseguridad, como lo más relevante para los marplatenses.

La primera reflexión que tuve y quiero compartir, es que los vecinos deben estar tranquilos sobre el compromiso que la mayor parte de la fuerza policial pone cada día para llevar tranquilidad a las familias. Hombres y mujeres que a pesar de no haber tenido un aumento salarial acorde a la inflación que golpea los bolsillos de todos, sale cada día a ponerle el cuerpo a la defensa y convivencia de todos. Un compromiso de vida que hay que reconocer, como así también marcar errores y denunciar a los que se desvían del camino del servicio a la comunidad.

La relación entre los funcionarios políticos, policiales, judiciales (fiscales y jueces) y los vecinos, fue la clave de solo seis meses de gestión que nos permitió alcanzar objetivos de manera rápida y contundente. Así lo reflejaron los medios locales y nacionales, que cumplieron su rol informando con responsabilidad. Generar confianza entre las partes permitió crear un círculo virtuoso en donde el compromiso de todos ayudó en cada acción. Ningún vecino iba a llamar al 911 o a los dos celulares personales que hice públicos, si las respuestas no llegaban a cada requerimiento. Confianza + interacción = resultados.

La nueva gestión en el área de seguridad ha discontinuado ésta metodología que permitió desmantelar más de 100 kioscos de drogas, desarmaderos y recuperar terrenos usurpados. En Mar del Plata y Batán hoy hay menos denuncias, pero no menos delitos. El círculo virtuoso no está funcionando.

Es primordial volver a la senda que permitió bajar en solamente tres meses el robo de autos diarios de 10 a 2. No hay que festejar que haya menos delito, no debería existir, pero el camino era el correcto y los índices volvieron a su mayor expresión.

Durante esta semana, mientras mantenía una reunión en una confitería, se me acercó un efectivo policial a la mesa. Lo primero que pensé cuando veía que caminaba con la mirada fija hacia donde me encontraba era si lo conocía del paso por mi gestión, si habíamos estudiado juntos, si era alguien con el que ya había compartido alguna actividad social en la ciudad. Nada de eso. Quería estrecharme la mano y pedirme que intercediera ante las actuales autoridades para que se vuelva a premiar a quienes hacen bien las cosas, “era un gran incentivo”, me dijo, mientras me recordaba que era uno de los efectivos que había ayudado a desbaratar la banda de los “roba ruedas”.

Mar del Plata (la segunda ciudad de la Provincia en cantidad de habitantes y con repercusión nacional permanente) está hoy ante el desafío de evitar que se entre en una crisis de inseguridad como la que ya se vivió. Hay que anticiparse a un delito que muta cada día en nuevas formas, tiene que ser el objetivo de todos los que amamos nuestra ciudad, nuestra gente y nuestras familias. Todos juntos debemos tirar para el mismo lado aportando ideas, experiencia y equipos, porque cuando termina la gestión, cuando pasan los días, lo importante es cruzarse en las calles del barrio y poder mirarse a los ojos.

(*): Diputado Provincial. Secretario de la Comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados.

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